El posicionamiento en Google es muy importante, ya que puede entregarnos una gran cantidad de nuevos clientes, negocios y utilidades que en el mundo real sería muy difícil de llevar a cabo. El primer paso en este (largo) proceso es decidir cuál será tu estrategia: posicionamiento orgánico o pagado.
El santo grial de todo titular de sitio web es llegar al puesto número uno en el ranking de un motor de búsqueda online. Y no tan solo cualquier motor de búsqueda online, sino el motor de búsqueda más grande y más popular entre internautas alrededor del mundo: Google. Es un hecho ampliamente reconocido de que si el sitio web de uno llega a ocupar una de las primeras posiciones en Google, los beneficios para nuestro negocio son básicamente infinitos.
Sin embargo, lograr un buen ranking en el motor de búsqueda más grande del mundo, en el que todos quieren alcanzar las primeras posiciones y consolidar sus negocios, requiere un trabajo arduo y meses de esfuerzo y estrategia. Para triunfar a largo plazo, hay empezar desde el principio e ir paso a paso. Y el paso número uno es decidir dónde vas a concentrar tus esfuerzos: ¿en el posicionamiento orgánico, el posicionamiento pagado, o ambos?
Orgánico vs. Pagado
Esta es una de las preguntas más antiguas del ámbito de marketing digital: ¿qué nos conviene mejor – clicks pagados o clicks orgánicos? Las dos maneras de posicionarse en Google traen sus ventajas y desventajas. Primero hay que determinar cuáles son y cómo encajan con nuestras campañas online:
A.- Posicionamiento en Google orgánico: Sistema de posicionamiento natural en Google, requiere de gran conocimiento de Google y Optimización Web. Se basa en la técnica de SEO.
Ventajas:
– Rentable – requiere muy bajo monto de inversión financiera.
– Normalmente capta más tráfico orgánico, ya que una vez llegado tu sitio web a las primeras posiciones de Google, puedes contar con un flujo permanente de visitas.
Desventajas:
– Se demora mucho en obtener resultados, ya que es una estrategia de larga duración y hay mucha competencia.
– Hay que invertir mucho tiempo en puro aprendizaje, y es toda una cuestión de prueba y error.
B.- Posicionamiento en Google de pago (PPC) o de pago por Click: Este posicionamiento web requiere una constante inversión en Google Adwords y se paga por cada click que hagan los usuarios. Se basa en la publicidad en internet.
Ventajas:
– Resultados rápidos – tu sitio web se posicionará desde el primer día de implementación.
– Una cantidad más alta de conversiones, ya que tu sitio web se posicionará por las palabras claves exactas que eliges, y por tanto recibirá clicks de los usuarios que están buscando esos términos exactos.
Desventajas:
– Requiere una inversión financiera bastante alta, y te tendrás que comprometer durante un largo tiempo.
– Si algún día decides que no quieres seguir pagando, tendrás que empezar desde cero, ya que un sitio web necesita estar en las primeras posiciones orgánicas para poder contar con un flujo de visitas regular.
¿Cuál posicionamiento es mejor para mi empresa?
Como todo en el mundo de hosting y posicionamiento web, todo va según la persona o la empresa y depende de tus objetivos en el corto y largo plazo.
Eso dicho, personalmente, podemos decir con confianza que lo más recomendable es apostar a la opción A de posicionamiento web, por lo menos en cierto punto. Esto se debe a que aunque la se necesite un gran esfuerzo e inversión de tiempo en un principio, los beneficios a largo plazo son recompensados. Además, de punto de vista del presupuesto, esta técnica es más económica a largo plazo también. Al contrario el PPC requiere pago constante, además las personas muy pocas veces se dedican a mirar la barra lateral de Google y habría que aumentar el CPC (costo por click – cost per click) máximo para poder aparecer en las primeras posiciones de los enlaces patrocinados.
Otra opción muy recomendable es llevar ambas promociones web al mismo tiempo, aconsejablemente adaptar el pago a una inversión baja hasta que se alcancen altas posiciones de forma orgánica.